Orígenes

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Todo comenzó entre amigas, en medio de charlas y risas.
Una tarde, Ana María mencionó cuánto plástico generaba cada mes solo con los productos de limpieza del hogar. Esa conversación encendió una idea que nos cambió la vida: ¿y si pudiéramos crear una rutina más amable con el planeta?

Así nació la semilla de lo que hoy es Reverdecer.
Nuestra visión fue clara desde el principio: vivir en un ciclo de cero desperdicios, donde cuidar de nosotras y cuidar de la Tierra fueran el mismo acto.

Durante el confinamiento de la pandemia empezamos a investigar, probar y formular productos de limpieza con ingredientes naturales y sin impacto ambiental. Y cuando por fin pudimos volver a reunirnos, esa energía se transformó en acción: nació nuestro primer laboratorio artesanal.

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Del Hogar a la Cosmética Natural

Al principio fueron los productos de limpieza, pero el camino nos llevó a un universo aún más profundo: la cosmética natural.
Queríamos crear algo que no solo protegiera la naturaleza, sino también la piel, el cuerpo y el bienestar de quienes nos eligen.

Así llegamos a los jabones artesanales y a una nueva forma de ver el autocuidado: rituales que reconectan la piel con la naturaleza.

Desde entonces, la palabra que guía todo lo que hacemos es cuidado —del cuerpo, del alma y del planeta.